Conversamos con Lara Vivero, que desde fechas recientes es Delegada Social de la Clínica Solidaria de Madrid. Odontóloga de 23 años, en estos momentos está cursando dos masters, uno en Ciencias Odontológicas y otro de Especialista en atención odontológica integrada en el niño con necesidades especiales, ambos en la Universidad Complutense de Madrid.
— ¿Cuando empieza tu vinculación con Odontología Solidaria?
— Hace algo más de año y medio. Empecé como estudiante, y me he quedado después como odontóloga. Supe de la Fundación por internet. Me puse a buscar ONG que trabajaran en odontología, y encontré OS. Contacte por teléfono, visité la clínica de Madrid, y ya me quedé como voluntaria. Se veía bastante buen ambiente, compañerismo, y me sentí a gusto enseguida. Cuando todavía era estudiante hacía trabajo de auxiliar, ayudaba a los odontólogos, recogía el instrumental, hacía que las cosas fueran más rápidas. Por parte de los odontólogos, ellos me enseñaron mucho, me explicaban lo que iban haciendo, lo que en parte fue un complemento a mi formación. Yo creo que a ellos les gustaba tener a una estudiante ayudando, como a mi me ocurre ahora como odontóloga: me hace ilusión poder transmitir mi conocimiento y contribuir a que la persona que está conmigo sea mejor profesional en un futuro.
— ¿Tenías alguna experiencia previa en organizaciones solidarias?
— Ninguna. Se me había ocurrido muchas veces, pero por falta de tiempo y de información nunca había dado el paso. Entré en Odontología Solidaria cuando ya había terminado cuarto de carrera, tenía todo el verano libre, y quise buscarme alguna actividad relacionada con lo mío y, sobretodo, con la que pudiera ayudar a la gente que lo necesitaba.
— ¿Cómo se percibe Odontología Solidaria en el ambiente estudiantil? ¿Se conoce lo suficiente?
— No, yo creo que no se conoce lo suficiente. Los que eran mis compañeros de clase conocieron Odontología Solidaria porque iba yo, y de hecho tenía un par de compañeros que venían también a la clínica conmigo. Pero en general se conoce poco. Creo que esta es un área que podría potenciarse.
— ¿Qué enseñanzas has sacado de tu experiencia con OS a nivel humano?
— Bastantes. Acabas aprendiendo que realmente la gente que está pasando necesidad o está en riesgo de exclusión social no es tan distinta de ninguno de nosotros. Hay mucha gente que no conoce este sector de la población, que nunca ha tratado con ellos, por lo que a nivel social se aprende mucho. No se trata solo de lo que aportas, creces mucho en lo personal y en lo profesional. Yo comparto plenamente la filosofía de Odontología Solidaria. Creo que los tratamientos odontológicos básicos los tendría que cubrir la Seguridad Social, aunque de momento lo veo lejos, porque la odontología es costosa, y en España no tenemos esa cultura.
— ¿Crees que los poderes públicos reconocen suficientemente la labor que realiza Odontología Solidaria?
— Creo que en este momento estamos empezando a tener un poco más de reconocimiento, estamos recibiendo más subvenciones de organismos que no nos habían dado subvenciones antes… pero también creo que todavía nos queda camino por recorrer en esta dirección.
— Háblanos del día a día en la Clínica de Madrid.
— Hay mucho cambio de voluntarios en el sentido de que alguna gente solo puede venir un par de meses, o luego tiene que dejar de venir por motivos de trabajo, y va entrando gente nueva. También estamos unos cuantos que llevamos ya más tiempo. Pero como te decía antes el ambiente es muy bueno, los trabajadores nos ayudan mucho siempre que tenemos cualquier problema, e intentamos ayudarnos entre todos.
— Eres Delegada Social desde hace poco. ¿Cómo afrontas esta nueva responsabilidad?
— Sí, desde hace poquito. Yo soy una especie de puente entre los voluntarios y la organización. Lo afronto con ilusión, porque entre los voluntarios y la entidad tampoco hay muchos problemas. Nos entendemos bastante bien.